jueves, 1 de julio de 2010

Miko y La tripulación.

En lo mas profundo de los 7 mares se encuentra un barco pirata, pequeño pero con una gran tripulación, en la que se escucha la gran carcajada de la capitanía -¡¡JaJa!! Por fin tenemos la espada de diamantes y el tesoro de la tripulación perdida. La alegría de la capitana es interrumpida por un grito de espanto, el cual provenía de la cocina- ¿Qué pasa? Pregunta la capitana, mientras abre la puerta de la cocina, con su espada en mano- no hay comida- dice la pequeña Cami con una lagrima en su mejilla y su rostro triste- ¿de veras no hay nada? Le responde la capitana mientras se acerca a ella. El chef entra junto con el chico de las municiones – que quieren? Les pregunta la capitana mirándolos con angustia, el chef se acerca a ella y le dice- no hay comida, ni raciones… Esto es interrumpido por una explosión y gritos que se escuchan arriba. – ¡¿que demonios fue?!- grita la capitana mientras todos suben a ver que pasaba. Eran otros piratas que iban disparando y luego los abordaron.

- ¿Qué tenemos aquí? La pobre tripulación de la pirata Miko- dice la capitana de la otra tripulación mientras se acercaba a la capitana.

- ¿Qué quieres?- le pregunta la capitana Miko enojada y viéndole a la cara sin

pestañeo alguno.

- Te lo hare mas fácil, me entregas el tesoro y yo te dejo.

- ¿Y que gano yo con eso?

Un gran silencio cubría el barco y las dos tripulaciones las cuales miraban asombrados lo testarudas que eran ambas capitanas, las cuales se miraban con orgullo durante un lapso de casi 2 horas, hasta de Cami grita- ¡¡¡Tengo hambre!!!- su grito fue tan fuerte que las olas tranquilas se agitaron. – Ja, tu tripulación tiene hambre, que tal si te doy comida en cambio del tesoro. Al decir esto la tripulación de Miko bajo a buscar el tesoro y se lo entrego a la otra capitana sin que Miko se opusiera, ya que estaba estupefacta y reacciono cuando la otra tripulación se fue. ¡¡¡Nooo, mi tesoro!!!, el oro, los diamantes, todo- lloraba Miko, mientras veía como se alejaba el barco.

17/12/2009

Todo se me ha vuelto confusión. De a ratos me entra una pena inmensa, de a momentos mi pena se aclara y todo se vuelve paz.

Cuando respiro profundo -como ahora- la coraza de la muerte traspasa la barrera de lo psicológico, lo emocional de mi persona sobreviviente. Me siento una egoísta de a momentos, una tonta, pero luego tal como antes, me lleno de una paz indescriptible: La paz de la melancolía.

Hago muchas cosas en el proceso, lloro un rato, me rio, camino. El ciclo de la vida sigue igual de tedioso que siempre, pero yo he cambiado. Los días siguientes a ayer, jamás serán lo mismo, ni parecidos ni nada, una soledad inmensa queda pegada en todos lados, de las paredes y del piso afloran animas y llantos: todo se vuelve melancolía.

No existirá un tiempo otra vez a su lado, ¿seremos seres de recuerdos?, ¿podremos recordarlo todo?. No, no hay caso, todos los detalles del mundo fueron puestos exactos para ella, y también para nosotros.
(...)

PD: Un pedazito no mas, con el resto me da la pena ^^ lo escribi ese día .